CARTA AL ENEMIGO
Thích Nhất Hạnh
Thích Nhất Hạnh (1926-2022) fue un monje budista zen, escritor, poeta y activista por
la paz vietnamita. Fundó la escuela de budismo
reconocida como Tradición Plum Village, la
cual es reconocida históricamente como el
referente principal del budismo comprometido.
DURANTE LA GUERRA DE VIETNAM,
hubo mucho sufrimiento y la gente se encontró en una situación en la que se
habían convertido en enemigos unos de otros. En tal situación, debes encontrar
una manera de sobrevivir y ayudar a otros a sobrevivir.
Tuvimos que mostrarle a la
gente la forma de actuar correctamente, porque si no tienes paz dentro de ti,
es muy difícil trabajar por la paz. Nuestro pensamiento fue: la otra persona no
es nuestro enemigo; nuestros enemigos son la incomprensión, la discriminación,
la violencia, el odio y la ira.
Si estás lleno de ira, creas
más sufrimiento para ti mismo que para la otra persona. Cuando estás habitado
por la energía de la ira, quieres castigar, quieres destruir. Por eso los
sabios no quieren decir ni hacer nada mientras la ira esté todavía en ellos.
Así que primero intentas traer la paz a ti mismo. Cuando estés tranquilo,
cuando estés lúcido, verás que la otra persona es víctima de la confusión, del
odio, de la violencia transmitida por la sociedad, por los padres, por los
amigos, por el entorno. Cuando eres capaz de ver eso, tu ira ya no está ahí.
El perdón no será posible
hasta que la compasión nazca en nuestro corazón. Incluso si quieres perdonar,
no puedes perdonar. Para ser compasivo, debes comprender por qué la otra
persona te ha hecho eso a ti y a tu gente. Hay que ver que son víctimas de su
propia confusión, su propia visión del mundo, su propio duelo, su propia
discriminación, su propia falta de comprensión y compasión.
Supongamos que estás enojado
con tu padre. Muchas personas están enojadas con su padre y, sin embargo, si no
hacen nada para cambiarlo cuando crezcan, repetirán exactamente lo que su padre
les hizo. …
Cuando eres capaz de
visualizar a tu padre como un niño de cinco años –frágil, tierno, lleno de
heridas– empiezas a comprender y a sentir compasión.
Un acto de compasión siempre
produce transformación. Si no es ahora, sucederá en el futuro. Lo importante es
que no reacciones con ira. Reaccionas con compasión y, tarde o temprano, ves la
transformación en la otra persona.
Referencia:
https://www.plough.com/en/topics/faith/witness/enemy-lovers
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