POSTDATA
DE UN DIARIO DE GUERRA
Mayor
(Ret) Mike
Seear
Ex Oficial
de Operaciones y Entrenamiento del 1er Batallón , 7mo Regimiento de Fusileros
Gurkhas del Duque de Edimburgo durante
el Conflicto de 1982 y miembro activo del Grupo Nottingham-Malvinas.
Publicado
en el Regimental Association Journal-Edition-
Nº 10-2004 *
¨…es una de las mejores narraciones que he
leído acercas de un batallón que se prepara para la guerra ¨
Dr.
Duncan Anderson
Jefe del Departamento de Estudios de Guerra
Academia Real Militar de Sandhurst
Niños Gurkas
(The Ghurka community)
·
Traducción del Dr. Eduardo C. Gerding
El sábado 13 de septiembre de 2003,
diecinueve años después de dejar mi puesto como Oficial de Artillería Ligera
del 7mo Regimiento de Fusileros Gurkhas
del Duque de Edimburgo concurrí a mi primera reunión en la Asociación del
Regimiento en Netheravon.
Fue un evento que disfruté y a su
vez fue la oportunidad de vender algunas copias de mi libro Con los Gurkhas en Malvinas: Un diario de guerra publicado
por Pen & Sword dos meses antes. Fue un período acumulado de ocho años en
los cuales escribí, investigué, volví a escribir, realice dos viajes a la
Argentina en 2002, hallé nuevos hechos, volví a reescribir (en total fueron
doce borradores)y soporté un proceso editorial agotador antes de que pudiera
decir que era el autor.
Para aquellos que no han leído mi libro,
este fue escrito a propósito en un estilo diferente de las historias frías y
objetivas de los regimientos. Mi libro debía ser una historia viva dado que al
final la guerra es acerca de los soldados y sus decisiones, sus acciones y
reacciones durante el evento más traumático de sus vidas.
Mi relato como testigo ocular de los
hechos tenía por lo tanto que informar honestamente a aquellos que deseaban
aprender el ¨ que , como, por que, cuando y quien ¨ del rol del 1er Batallón
durante la campaña así como todos sus inevitables defectos. Ha sido
gratificante recibir cartas de los lectores quienes confirman que mis esfuerzos
no fueron en vano. Por ejemplo, Reg Woollard de Lutterworth, Leicestershire
dijo:
¨
El primer libro que leí acerca de los Gurkhas fue Cornetas y un Tigre de John
Masters. Me vi cautivado por el poder de descripción y el amor de dichos
galantes y leales guerreros. El libro Con los Gurkhas en Malvinas transmite
algo de esa magia. La sola palabra Gurkha es suficiente para acelerar los corazones
de los hombres e infundir miedo en el enemigo. Este libro es difícil de
abandonar ¨
Sin embargo, debía de realizar una última
misión antes de cerrar el círculo de mi tarea autoimpuesta y era regresar por
tercera vez a la Argentina. Tenía dos objetivos: hacer una presentación formal
del libro en la Feria del Libro de la ciudad de Córdoba y agradecer
personalmente a todos los argentinos que me ayudaron a la redacción. Por ende,
cuarenta y ocho horas después de la reunión con el regimiento tomé el vuelo de
British Airways a Buenos Aires vía San Pablo. Después de volar trece horas
experimenté un sorprendente día de invierno de cuatro grados centígrados en el
aeropuerto de la capital argentina. Un taxi me llevó rápidamente a mi guarida
habitual en el Imperial Park Hotel en el centro de Buenos Aires, a un paso de
la Plaza de Mayo y de la Casa Rosada.
Esta última es el Palacio Presidencial
desde donde el General Galtieri , jefe de la Junta Militar, arengaba a miles de
argentinos excitados en aquellos dramáticos días de abril de 1982.
Mi almuerzo fue seguido de una entrevista
de la periodista Guadalupe Barriviera quien deseaba escribir un artículo sobre
mi libro en una conocida publicación. Ella me había entrevistado dieciocho
meses antes para el diario Clarín,
uno de los principales diarios de Argentina. Dicho artículo atrajo un
considerable interés (Epílogo*). Por la tarde me encontré con mis viejos
conocidos de visitas previas: el productor de televisión Alberto Peralta Ramos
y el Dr. Eduardo Gerding coordinador médico de los veteranos de guerra de
Malvinas. Ambos me suministraron los contactos e información que incluí en mi
libro.
Al siguiente día, el 17 de septiembre ,
contacté con el Coronel Peter Reynolds agregado de Defensa en la Embajada
Británica. Reynolds era un Comando Royal Marine y veterano de la guerra de
Malvinas. Me pareció apropiado llevarle dos copias de mi libro; una para el
embajador británico Sir Robin Christopher. Yo había conocido a ambos durante mi
segunda visita a Argentina en Diciembre de 2002 donde pude además entrevistar a
una docena de veteranos de guerra junto con mi colega el Profesor Lars Weisaeth
de la Oficina de Psiquiatría de Desastres en Oslo. Dicha entrevista incluyó a
un sobreviviente del crucero ARA General Belgrano quien pudo ver como
un ancla se estrellaba contra una balsa repleta de tripulantes causando dos
heridos. Dicho veterano tuvo que soportar treinta y cuatro horas a bordo de una
balsa pequeña en las frías aguas del Atlántico Sur siendo testigo de la muerte por severas
quemaduras de sus camaradas.
El otro era un soldado del Regimiento 25
de Infantería quien, durante el desembarco británico del 21 de Mayo, había
participado en derribar dos helicópteros Scout en San Carlos. Ocho días más
tarde habría de estar en la guarnición de Ganso Verde cantando con un
deliberado placer el himno argentino durante la ceremonia de rendición a los
Paracaidistas británicos (2 Para)posterior al combate. Un cocinero de la
Brigada 10 de Infantería cuyo camarada mortalmente herido había muerto en sus
brazos posterior a un ataque de Harriers
en las barracas de Moody Brook cerca de Puerto Argentino. El otro entrevistado
fue un soldado del Regimiento 7 de Infantería que junto a otro estaba a cargo
de una ametralladora MAG 7,62
mm . Ambos cruzaron fuego durante dos horas con los 3
Para en los comienzos del asalto a Monte Longdon. Este batallón de 46 hombres
sufrió el cincuenta por ciento de las bajas de una compañía que resultó con 39
muertos.
Luego se retiraron al centro de la acción
donde escucharon el rumor (infundado)de que eran los Gurkhas atacando y
decapitando a los defensores de Monte Longdon.
Otro soldado más del Regimiento 25 de
Infantería me comentó acerca de la preocupación que tenía su unidad,
especialmente por la noche, por la reputación de los Gurkhas si bien el mismo
estaba cercano al aeropuerto de Puerto Argentino o sea a una considerable
distancia de los combates en la isla Soledad.
Todos ellos tenían historias fascinantes y
conmovedoras pero ahora en mi tercer viaje tuve el privilegio de disfrutar tres
maravillosas sorpresas suministradas por el incontrolable Alberto.
Alberto Peralta Ramos tenía conocidos de
alto rango en el Ejército Argentino, incluyendo al Brigadier General Mario
Benjamín Menéndez ex gobernador de las Islas Malvinas y Comandante en Jefe de
la guarnición de las fuerzas terrestres argentinas en 1982. Contactamos durante
mi primera visita a Buenos Aires en Abril 2002. Yo le había prometido una copia
de mi libro Con los Gurkhas en Malvinas .
Si había algún argentino que debía conocer la verdad de lo que el 1er Batallón
, 7mo Regimiento de Fusileros Gurkas del Duque de Edimburgo hizo durante la
guerra era él. Alberto coordinó nuestro encuentro en el mismo restaurante de
Buenos Aires que la última vez.
Al llegar estreché la mano del Brigadier
General quien continúa siendo una personalidad relevante en Argentina. Posee
una mirada ligeramente embrujada y cuando nos sentamos me dijo con seriedad y
en muy buen inglés: ¨ la guerra fue un
conflicto de principios para ambos lados ¨. Luego de una taza de café
entramos a tener una conversación más animada y me agradeció profusamente el
libro y las cinco ilustraciones en forma de acuarelas hechas por mi madre.
Estuvimos hablando cerca de veinte minutos y Alberto tomó una serie de
fotografías. El Brigadier General me dijo: ¨
Mi hijo fue oficial del Regimiento 5 de Infantería en Puerto Howard en la Isla
Gran Malvina durante la guerra y le causó un gran desagrado que yo me haya
rendido a los británicos ! ¨
Mike Seear en su encuentro con el Brigadier General Menéndez en Buenos Aires en
2003
El espíritu militar corría por la sangre de su familia porque
después me dijo con orgullo : ¨Mi
bisabuelo, mi abuelo, mi padre, tres tíos y cinco primos todos sirvieron en el
Ejército !¨ . Debo confesar que siento un toque de orgullo cada vez que
recuerdo esta reunión única.
La siguiente parada fue en el departamento del Teniente
Coronel retirado Tommy Fox. Muchos de los integrantes del 1er Batallón
recordarán hace veinte y dos años los efectos del proyectiles de 155 mm que nos llovieron en
Wether Ground los días 10, 11 y 12 de junio ( Capítulos 16-18 *). Era Tommy
quien dirigía el fuego como Oficial de Enlace de Artillería de los cañones de 155 mm . Fox estaba situado
en lo alto del Monte Harriet y se le había encomendado que nos hiciera la vida
lo más desagradable posible.
La imagen permanente que tengo de Tommy de mi primer visita
a Buenos Aires fue su descripción gráfica en inglés de lo que significó estar
bajo el fuego de los cañones de 4,5 pulgadas de la Royal Navy. Fue algo que
nunca olvidará. Cumplí mi segunda promesa y le entregué una copia de mi libro.
Desgraciadamente tuvimos poco tiempo para tomarnos el té o comernos la torta dado
que Alberto debía llevarme al desfile por el 197avo cumpleaños del Regimiento de Patricios; el más antiguo
del Ejército Argentino.
Mike Seear y el Teniente Coronel (Ret)Tommy
Fox
Estaunidad se encuentra asentada
permanentemente en Buenos Aires y su historia incluye una defensa exitosa de la
capital en 1806 contra 10.000 casacas rojasbritánicas comandadas por el
Teniente General Whitelocke quien desembarcó en Montevideo , cruzó el Río de la
Plata y avanzó sobre la ciudad con la intenciónde capturarla y transformarla en
una base comercial. En este combate con losbritánicos tambiénestuvo involucrado un batallón de infantería
de marina predecesor del Batallónde Infantería de Marina Nº 5 . En 1982 este
último combatió contra el Batallónde Guardias Escoceses y contra eldel 1er Batallón , 7mo Regimiento de Fusileros Gurkhas del Duque de
Edimburgo en Tumbledown y MonteWilliams (Capítulo 20*).
Irónicamente, el lema de losGurkas: ¨Es mejor morir que ser un cobarde¨ guarda
una gran semejanza con elsentimiento que refleja el lema de los Infantes de
Marina argentinos Pugnams Pereror Per
Patriam( Luchando muero por la patria de mis padres) . Los predecesores de
este último batallón derrotaron en 1807 al Brigadier General Robert Crauford y a
2000 casacas rojasen la Plaza del Mercado en Buenos Aires completando así una
lucha de dos añoscontra los británicos en lo que orgullosamente los argentinos
llaman ¨la Defensa¨. Ciertamente pudo verse mucho orgullo en el desfile llevado
a cabo esatarde de Septiembre de 2003.
El desfile sellevó a cabo teniendo como
telón de fondo una enorme bandera argentina iluminadapor luces la cual flameaba
desde un edificio que miraba hacia la plaza del desfile. Todo el regimiento en
un cuadrado de formación escuchaba pacientemente los inevitables y prolongados
discursos de dos oficiales. Una espectacularcaballería montada hizo su entrada
seguida de un pequeño contingente de unregimiento de Veteranos de Guerra de
Malvinas. Estos últimos pertenecían a laCompañía A que estuvo en Puerto
Argentino en 1982 y que sufrieran un muertodurante la guerra. Estaban vestidos
con ropas civiles monótonas que contrastabancon los uniformes napoleónicos de
ceremonial del Regimiento compuesto por botasnegras altas, pantalones de montar
blancos, faja de cintura escarlata, una túnica azul oscuro , una correa cruzada
blanca y galeras negras adornadas conuna pluma blanca vertical. Los Veteranos
de Guerra fueron los últimos endesfilar. Un portaestandarte marchaba al frente
de ellos y recibió un entusiastaaplauso de parte de un gran número de
espectadores.
Luego nosretiramos hacia otro
edificio donde se sirvió un suntuoso cocktail con diversos platos para los
muchos invitados. Aquí me encontré nuevamente no solo con el Brigadier General
Menéndez sino también con el canoso Teniente General(Ret)Diego Soria ex Oficial
Comandante del 4to Regimiento de Infantería durantela Batalla de Monte Harriet.
También fui presentado a un general que era eltercer oficial más antiguo en el
Ejército Argentino. Esa tarde Alberto habría derevelarme más de una sorpresa.
Serefería al tercer soldado argentino del cual había investigado y escrito en
milibro pero con el cual nunca me había reunido. El Brigadier General
intervinopara corregir esta deficiencia.
Se le había pedido al General que
autorizara a volar aBuenos Aires a este veterano de guerra (que perteneció al
4to Regimiento deInfantería y que se llamaba Nicolás Urbieta) desde su unidad
el 24avo Regimiento de Infantería Mecanizada a 3500 alsur en la ciudad de Río
Gallegos. Alberto me informó que el pedido había sido autorizado.
Treinta y seishoras
más tarde realicé un viaje de seis horas a través de las pampas hacia lapequeña
ciudad de General Roca en la provincia de Córdoba. Aquí me iba aencontrar con
Urbieta cuya búsqueda había iniciado en 1995. General Roca tieneuna población
de 3000 habitantes y esta localizada a3000 Km. al noroeste de lacapital ; es el
lugar donde vive María Isabel Clausen. Ella es una maestraretirada quien les
enseña enfáticamente a sus alumnos que Las
Malvinas sonArgentinas !
Marisa es tambiénuna política
peronista y una vehemente partidaria de la causa Malvinas. ¨Marisa¨como se la
conoce, me brindó un tremendo apoyo durante mis viajes previos a Argentina. Ella
conocía bien al General Menéndez y fue la responsable de queviniera Urbieta
desde Río Gallegos. La mañana siguiente tomamos el desayuno ensu cocina y allí
dos veteranos de guerra se conocieron por primera vez.
Con Marisa estabatambién su esposo Roberto
y tres vecinos: Natalia quien sirvió como interpreteen General Roca, Ligia
quien traducía mis cartas a Marisa y Marcelo el amablejefe de policía local que
nos brindó seguridad. En medio de una atmosfera cargada de emoción Natalia se
rompió a llorar mientras traducía mi conversacióninicial con Nicolás. Para el
lector casual esto podrá parecer extraño. No obstante, aunque estábamos en
bandos opuestos compartíamos el secreto de haberluchado en Falklands/Malvinas y
estaexperiencia mutua generó tal espontaneidad.
De
izq. a derecha: Nicolás Urbieta, Marisa y Mike Seear
Contrariamente a
lo que yo había escrito originalmente en mi libro, Nicolás había sido condecorado
con la segunda distinción más alta que otorga el Ejército Argentino: la Medalla a la Abnegación y Valor en reconocimiento
por haber rescatado al Teniente Jorge Pérez Grandi. Este último era el
comandante de su sección quien se hallaba malherido en el combate de Dos Hermanas(
Capítulo 18*). Si bien nuestra conversación continuó a través de Natalia, luego
de cinco minutos sentí que este pequeño pero compacto argentino era una persona
en la cual se podía confiar en una situación de crisis.
Este militar
extraordinariamente modesto había servido en dos ocasiones en Croacia(1992 y
1996) como parte del contingente de las Naciones Unidas. En su primeramisión no
solo sirvió junto a un batallón de infantería del ejército nepalés(del cual
adquirió un cuchillo kukri) sino también con unidades logísticas y médicas
británicas. Traté de averiguar más de Nicolás sobre la guerra pero no quiso
entrar en mayores detalles. Quizás la renuencia de verbalizar las experiencias
traumáticas refleje la experiencia de otros veteranos de guerra.
Esto pudiera
llegar a exacerbar psicológicamente la desgraciada situación actualen la cual
el setenta por ciento de los veteranos están desempleados y ha habidouna plétora
de suicidios entre ellos.
No obstante,
Urbieta me relató que estando su subunidad, la compañía C en posiciones
defensivas en Wall Mountain enMayo de 1982 como parte de la Fuerza de TareaMonte Caseros los oficiales le
habríanhablado a sus hombres acerca del despliegue de nuestro batallón. Se
esparciórápidamente el rumor de que en combate los Gurkhas les cortaban las
orejas alenemigo y me confirmó que dicha información mantuvo bien despiertos a
los soldados del 4to Regimiento de Infantería quienes estaban apostados de
guardia ala noche en loskhudsde la
IslaSoledad.
Nota:
El khudes un terreno montañoso muyescarpado
que se observa en la frontera Noreste de laIndia.
Unos pocos días
después de la rendición Nicolás fue embarcado en el SS Canberratambién conocido como ¨La Gran Ballena Blanca¨ y
repatriado a la Argentina como prisionero de guerradesembarcando finalmente en
Puerto Madryn. Junto con los otros soldados del Regimiento tuvieron experiencias
difíciles en las barracas de Monte Caseros(provincia de Corrientes). Era muy
difícil de aceptar la derrota. La mayoría sufrían de depresión y, en esos meses
posteriores al conflicto, tendían aaislarse del resto. En otras palabras
sufrían de la clásica reacción del estréspost traumático el cual debemos decir
es normal que suceda después de un eventotraumático. Una gran lección colectiva
que se aprendió de la guerra es que unejército de conscriptos ya parte con
varias desventajas cuando se enfrenta a unejército regular. La consecuencia fue
que el Ejército Argentino se convirtió enuna fuerza regular inmediatamente al
año posterior alconflicto.
Esamañana, más
tarde Marisa, Nicolás y yo el modesto monumento a Malvinas.Acompañados por
Natalia nos quedamos un momento haciendo silencio en respeto porlos caídos de
ambos bandos. Arriba de un bloque de concreto pintado de blanco sehabía
colocado un casco del Ejército Argentino. También se había incorporado un mástil
corto de aluminio. Marisa, siendo una ardiente malvinera había diseñadola
bandera oficial de los Veteranos de Guerra con sus queridas Islas Malvinas
enmarrón oscuro superpuesta a los colores azul y blanco de su insignia
nacional.Esta bandera se iza anualmente el 2 de abril fecha que se conoce como
el Día de Malvinas. De regreso a su hogar Marisa me mostró un ejemplar de su
tercer libropublicado sobre las secuelas de la guerra. Los primeros dos habían
sido sobrelos Veteranos de Guerra de Malvinas. Este último trabajo de 135
páginas setitulabaEntre tu mano y la míaydescribe
nuestros primeros contactos por carta en 1997 y 1998 y continúa con
laculminación de mi primera visita a la Argentina cuatro años más
tarde(Epílogo*). Más de un tercio de este libro esta compuesto por las cartas
que leenvié a Marisa traducidas al español. Las mismas explicaban los
antecedentes delos Gurkas, su rol en la guerra y como se había enredado en esto
la vida de unveterano de guerra británico. Este libro complementa al mío y fue
el anhelo deMarisa que todos estos libros puedan ayudar a mejorar las
condiciones de vida delos veteranos de guerra. Marisa planea escribir un cuarto
libro.
Ligia y Mike Seear en el Monumento a
Malvinasen General Roca
En la tarde del 20
de septiembre se organizó una presentación de 3 horas del tercerlibro en un
colegio local. Aparte de concurrir gente de la ciudad se presentaronmedia
docena de veteranos de guerra que asistieron a este emotivo evento en elcual el
eje era la reconciliación. Marcelo, con su rica voz española fue la opción
lógica para actuar como presentador.
Elprograma tenía
un intenso sabor cultural argentino e incluyó música grabada, discursos,
canciones, baile de tango,solos de guitarra y lectura de poesía.
Marisa poseía una
presencia tipo Evita e hizo diversos discursos, distribuyó su libro adiversas
personas que fueron llamadas al escenario y también recitó sus poemasvinculados
a su contacto inicial con Nicolás en Río Gallegos y conmigo en Plazade Mayo
(Epílogo*). Yo también presenté mi libro luego de un improvisadodiscurso frente
a una audiencia de aproximadamente 100 personas. Se encontrabanpresentes tres
reporteros locales de TV y equipos de cámaras . Luego serealizaron las
entrevistas.
Marisa,Roberto,
Nicolás, Natalia , su novio y yo dejamos General Roca temprano a lamañana
siguiente y viajamos300 kilómetrosal noroeste deCórdoba y a la Feria del Libro.
En la ruta pasamos por la ciudad de Oliva y nosdetuvimos en el Museo Nacional
de la Guerra de Malvinas. Afuera se veían tresaviones de la guerra ensamblados:
un Pucará de doble pistón, un Skyhawk A-4B yun bombardero Canberra. Este último
había participado en el ataque aéreo finalsobre las fuerzas británicas (Capítulo
19*). También noté que la primera baja deuna guerra es la verdad. Del lado de
babor del fuselaje del Skyhawk y pordelante de la cabina se podía ver la
silueta pintada en rojo de la Fragata Tipo21 HMS Avenger de la Royal Navy.
La fecha del ataque
25/5/82 (no era casualidad que coincidiera con el día nacionalde los
argentinos) también estaba pintada en rojo indicando que el piloto deeste avión
en particular perteneciente al Grupo 5 de Caza y Ataque de Río Gallegos
seadjudicaba dicho hundimiento.
Sinembargo, ese
día 25 de Mayo la Fuerza Aérea argentina lanzó cinco ataques aéreos y fue
durante los dos raids finales que se hundieron los navíos británicos. En el
penúltimo ataque los buques Broadsword y Coventryfueron atacados en la ¨
trampa misilística ¨ en el extremo norte del Estrecho de San Carlos por fuera de
laisla Pebble. La Fragata tipo 22 Broadswordse
vio ligeramente dañada porla acción de dos Skyhawks que volaban a ras del agua
en tanto otros dos avioneshundían al destructor misilístico Tipo 42 Coventry después de descargarle
porestribor tres bombas de1000libras. Dichas bombas atravesaron el buque bajo
su puentey explotaron del lado de babor (Capítulo 9*). La nave zozobró
rápidamente falleciendo diecinueve tripulantes. Losargentinos habían obtenido
su venganza dado que laCoventryhabía
derribado ese día dosSkyhawks . Finalmente un Super-Etendard argentino impactó
e incendiófatalmente al buque transportador SSAtlantic Conveyormediante un misilExocet AM-39 .
Con
Nicolás Urbieta y el avión de ataque Pucará
Sinembargo, el HMS Avenger no llegó alextremo oriental de la
Zona de Exclusión Total hasta doce horas más tarde yvenía directamente del
Reino Unido ! Durante el resto de la guerra este navíofue utilizado
intensamente en el bombardeo de la costa arrojando más de 1000 disparos de su
cañón automático de4,5 pulgadas.
Nuestrobatallón
enclavado en Wether Ground en la Isla Soledad podía escuchar este
cañóndisparando sus 156 disparos desde el extremo sur de Puerto Argentino en
apoyo alataque nocturno de los Paracaidistas realizado el 12 de junio.
(Capítulo 17*).Esto se reiteró el 14 de junio desde el extremo norte de Bahía
de la Anunciacióndurante el combate de Monte Tumbledown (Capítulo 20*). Este
caso de confusión deidentidades desplegado en Oliva es un claro ejemplo de que
la niebla de laguerra puede persistir décadas después de la guerra. Fue una
lástima que nohubiera tiempo para visitar el museo. Se necesitará una nueva
visita a laArgentina para completar este deseo.
Doshoras más tarde
arribamos a la ciudad de Córdoba y nos dirigimos a la feria lacual estaba
abierta desde hacía dos semanas. Disfrutamos un almuerzo tardíocompuesto por un
bife jugoso y un excelente vino rojo Malbec argentino antes de presentar
nuestros libros.
Elevento fue
patrocinado por una asociación cultural local con el colorido nombre de La Solapa. Un cameraman registró los
eventos que, según nos dijo, habrían de ser transmitidos a nivel nacional.
Elsalón estaba
repleto con por lo menos 70 personas. En la primera fila habíantres oficiales
del Ejército en actividad con caras severas.
Antesde
nuestras presentaciones vino un oficial argentino de civil y en un bueninglés
se presentó como el Coronel Sergio Fernández Comandante de la 4ta BrigadaAérea
de Infantería del Ejército. Durante la guerra estuvo estacionado en
PuertoHoward pero apenas pudimos conversar porque dos señoras representantes de La Solapa
empezaronuna
elaborada introducción de cómo habían sido escritos los libros. Se pidió
queNicolás dijera algunas palabras. Luego vino mi turno. Por lo general no
habló enpúblico usando notas pero esta fue una excepción por deferencia a
Natalia quien tenía que traducir.
Eltema de mi
exposición de 45 minutos fue nuevamente la reconciliación. Serequería de
diplomacia, por ejemplo utilicé el nombre de Malvinas y
mencioné el desembarco en las islas y
no la invasiónde las mismas. A mitad de camino les brindé información sobre mis
antecedentes yexperimenté u nudo en mi garganta cuando tuve que mencionar a mi
hija Kristina discapacitada mental nacida después de la guerra.
Natalia también
se largó a llorar y tuvimos que detenernos brevemente. La audienciarespondió
con un generoso aplauso. Más tarde se me dijo que¨era una forma de los argentinos de mostrar que sufrían conmigo¨.
Marisa presentó su libro. Cuando terminó hubo
posibilidad de contestar preguntas. Una dama se levantó y habló ardientemente .
El ambiente estaba totalmente en silencio. Mi escaso conocimiento del español no
me permitía comprender quepasaba pero Natalia me susurraba al oído.¨ Esta señora se ha presentado como la
madre del Jorge Pérez Grandi y vino esta tarde a estrechar la mano del hombre
que le salvó la vida a su hijo¨.Lamadre nunca había contactado
anteriormente con Nicolás. Sobrecogido el veteranode guerra del combate de Dos Hermanas avanzó y abrazó a la madre y
al padre de Pérez Grandi. Simultáneamente percibíque mis escritos habían
logrado algo positivo al poderse concretar esteencuentro.
Estasorprendente
tarde concluyó con la frenética firma de los libros de Marisa yunos pocos de
los míos y estrechar las manos de los llorosos padres de Pérez Grandi. Una de
las damas de La Solapa expresó en forma
óptima en su limitado inglés :Te amo !
Mientrasempacaba
uno de losoficiales argentinos de la primera fila se me presentó eninglés
diciendo:¨Yo soy un Veterano de Guerra de
Malvinas del 4to Regimiento de Infantería y fui tomado prisionero por algunos
Gurkhas en Port Harriet House¨.Inicialmente era un misterio para mí pero me
di cuenta entonces que este oficialdebió haber sido uno de los 83 enemigos que
fueron capturados durante la Batallade Monte Harriet en las primeras horas del
12 de junio. Con la luz del día el 42Comando entregó estos prisioneros de
guerra a nuestra compañía D que los escoltóhasta nuestro cuartel táctico
situado en Wether Ground antes de ser llevados poraire a Ajax Bay (Capítulo
18*).
Para confirmar mis sospechas le pregunté:¨Estaseguro de que eran Gurkhas?¨.¨Si por supuesto¨replicó el canoso
veterano de guerra ¨porque vi sus kukris en el cinto ! ¨.Desgraciadamenteno tuve más
tiempo para conversar. Pero al menos el Coronel Fernández habíacomprado un
ejemplar de mi libro. Fernández me preguntó: ¨ ¿Será posible que regrese a Córdoba en otra ocasión para hablar acerca
de laguerra a otras unidades argentinas en el área? ¨.
Intercambiamos correos
electrónicos por lo que existe esta posibilidad en un futuro.
Después de una relajante
cerveza en un restaurante viajamos de vuelta a General Roca llegando tarde a la
noche. Antes del amanecer del 22 de septiembre tuve quedecir adiós a mis
anfitriones y tomar el ómnibus de regreso a Buenos Aires . Era el momento de
dormir en el viaje antes de arribar a la capital para la hora del almuerzo. En
un restaurante cercano comí mi último bife argentino y luego toméun taxi hasta
el Cenotafio cercano a la Plaza San Martín. El Coronel Peter Reynolds me había
informado confidencialmente que esa semana el Jefe de Estado Mayor General Sir
Michael Jackson estaba de visita oficial en Argentina y que a las 14hs colocaría
una ofrenda floral.
Cenotafio a los
Caídos en Malvinas en Buenos Aires
Arribé media hora
antes y me senté en un banco disfrutando el tibio sol del segundo díade
primavera y apreciando los contrastes. Mis pensamientos
retrocedieron inevitablemente 21 años hasta los extraordinarios eventos de 1982
en elAtlántico Sur que cambió tantas vidas. Unas pocas y benditas personas
noconcientes de este hecho continuaban sentadas en el pasto.
Contempléel
cenotafio largo, ligeramente elíptico de piedra color rosa y su llama
eternacustodiada por dos centinelas de la Armada argentina vestidos de uniforme
azul oscuro y con bayoneta calada.
Uncivil en traje
oscuro seguramente vinculado a la seguridad hablaba continuamentepor su celular
mientras un barrendero quitaba las colillas de cigarrillo ybasura de los
escalones del monumento.
Aparecieronentonces
dos soldados del Regimiento 1 de Infantería en sus trajes napoleónicos.Llevaban
una gran corona y la depositaron con gran cuidado mientras se llevó acabo un
simple cambio de guardia. Los centinelas que ingresaban tomaron suposición en
frente del monumento con un leve paso deganso.
Eltráfico de
Buenos Aires continuó con su ulular y su velocidad en torbellinomientras el
uniformado Coronel Peter Reynolds , Sir Robin Christopher , algunos oficiales
argentinos de alto rango y el Jefe de Estado Mayor con su boina roja llevaban a
cabo la ceremonia. El Agregado británico de defensa me saludó con la cabeza y se
dirigió al monumento para depositar la corona mientras el trompa del Regimiento
1 de Infantería tocaba elequivalente a The
Last Post.
Automáticamenteme
puse en posición de firme. Luego me relajé mientras el Jefe de Estado Mayorse
dirigía a mí para presentarse. Fue muy satisfactorio para mí darme cuenta deque
era la primera ocasión en que se encontraban reunidos un Paracaidistabritánico,
un Comando y un Gurkha todos regimientos profundamente vinculados a Malvinas.
El General Jackson
miró hacia atrás al Cenotafio con los 648 nombres de argentinosque murieron en
la guerra y dijo:¨Han pasado 21 años ya ¨.El Oficial
Paracaidista británico me miró y preguntó con vos grave: ¨¿Que esta haciendo acá? ¿ Tan solo pasaba? ¨.Le contesté
respetuosamente¨No Señor¨.¨Vine a hacer una
presentación formal de mi libro sobre la guerra en la Feria del Libro en Córdoba
¨.Su respuesta fue:“ ¿Qué hizo
durante la guerra? ¨indicando que ignoraba mis antecedentes. Mi respuesta
fue deliberadamente cortay al punto. ¨ Estuve con
los Gurkhas Señor, fui su Oficial de Operaciones y Entrenamiento en Tumbledown ¨
ElJefe de Estado
Mayor parpadeo y su cara peñascosa paso de una relajaciónbenevolente a una
curiosidad instantánea ante mi lacónica respuesta. Me contuvede decirle:¨Siquiere saber más puedo recomendarle mi
libro ! ¨
tiempose acababa y el agregado de defensa rápidamente
lo acompañó al auto dejándomecontemplar el Cenotafio .Pensé que no había una
mejor forma de terminar mi visita a la Argentina.
Elcírculo se había
cerrado. Al regresar a mi hotel esa tarde surgió la perfectapostdata para mi
diario de guerra : un tercer encuentro con el exitoso abogado Jorge Pérez Grandi
quien estuvo más que feliz de recibir la doceava copia de milibro que entregara
en Argentina los pasados siete días. Misión cumplida. Lasiguiente tarde regresé
a Oslo vía Londres.
Este libro fue publicado el 17
de julio de 2003 por Pen&Sword Books que es laeditorial de historia militar
más grande en el Reino Unido. En abril de 2004 sevendieron 1700 ejemplares
recolectándose £ 1700 para el Fondo de Bienestar delos Gurkhas. Tiene 416
páginas con 19 esquemas, 19 fotografías y 2 mapas. A unprecio de £ 19,95 por
ejemplar puede obtenerse del Brigadier DP de C Morgan OBE,Oak House , Oxenford,
Dowlish Wake, Ilminster, Somerset, TA1 OPP. Franqueo ye nvío gratis en el Reino
Unido. Para ordenes de compra del exterior agregar £6,50. Cheques y giros
postales a nombre de M H Seear. Las donaciones, por cadalibro vendido, seguirán
enviándose al Fondo de Bienestar de los Gurkhas.